viernes, 22 de abril de 2016

Roberto Lago, el Señor Guiñol.

Sea este un humilde pero emocionado tributo, un recuerdo que se vuelve evocación, nostalgia eterna por este gran titiritero mexicano, un hombre que hasta sus últimos momentos apostó por su pasión: el teatro de muñecos animados. Indudablemente, una historia que fue y continúa siendo muy brillante...
 

ROBERTO LAGO SALCEDO 
(México, D. F., 22 de abril de 1903 - 9 de noviembre de 1995). 

Roberto Lago con Don Juan Tenorio

Director de los grupos de Teatro Guiñol del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), dramaturgo y poeta, Roberto Lago tuvo su primer contacto con  los títeres -a los que dedicó toda su vida- cuando tomó una navajita y empezó a tallar cabezas de muñecos. 

Fundador del Teatro Guiñol Mexicano, quedó en el grupo dirigido por Germán Cueto (Rin-Rin), que tiempo después quedó bajo su dirección con el nombre de El Nahual; el grupo más representativo del teatro de muñecos de nuestro país, durante la llamada "época de oro del guiñol" (1933-1965)

Personajes del grupo "El Nahual"

Con el resto de sus compañeros, no sólo participaba en la construcción de los personajes, sino que escribía o adaptaba los textos de las obras que representaban. Todas sus piezas dramáticas fueron representadas, por lo que fue uno de los primeros dramaturgos de teatro de títeres de México. Sus obras se distinguen por el deseo de dar a los niños un mensaje implícito, sin moralejas, que se pudiera deducir y que ellos mismos sacaran sus propias conclusiones.

Algunas de las adaptaciones de la literatura universal fueron: Blanca Nieves y los enanitosLa cenicientaColoquio de los pastoresDon Juan TenorioEntremés del mancebo que casó con mujer bravaFablilla del secreto bien guardadoLa caperucita rojaHánsel y GretelLa invernada de los animalesEl médico a palosEl milagro de San Nicolás, y muchas más. Entre sus obras escritas para teatro guiñol se pueden mencionar: Martinillo ¿duermes tú?, basada en una ronda infantil francesa; Prólogo del señor guiñolEl señor guiñol alfabetizadorUn viaje macanudo en globo o una aventura insólita que va a conmover al público, por mencionar sólo algunas, además de haber realizado muchas traducciones, como El cerezo roto (The cherry tree) o Pierre Pathelin. También adaptó al teatro guiñol rondas y bailables, como Las lagarteranas, de la zarzuela El huésped del sevillano o Doñana (ronda a la que el músico Blas Galindo hiciera un arreglo para cuatro voces), dando, así, pie a una importante vena en la estética del teatro guiñol mexicano. Roberto Lago, se sirvió del folklore mexicano en la creación de obras del repertorio de El Nahual. 

Portada de la partitura original de Blas Galindo

Mención aparte merece su argumento para Titeresca, un ballet inspirado en la más pura tradición del teatro popular de títeres, en México, al que le compusiera la música el Maestro Salvador Contreras. La obra es una alegoría de la vida y la muerte, de gran impacto dramático, con música fuerte, sonora, brillante... ¡Una pieza fundamental en el repertorio del teatro de títeres!

También fue un innovador y buscó diferentes formas en el teatro de títeres. Un ejemplo de ello es haber modificado el clásico retablo rectangular del teatro guiñol por un teatrito circular que daba más visibilidad al público. 

Lucrecia González en el teatrillo circular

Siempre inquieto, inició una investigación para encontrar los orígenes del títere en México, ampliando los pocos conocimientos que hasta entonces se tenía sobre el mismo. Escribió dos libros: "Teatro Guiñol Mexicano" y "Títeres Populares Mexicanos".

Su trabajo no sólo se realizó dentro de México. Traspasó las fronteras, al ser el máximo difusor e informador del teatro de títeres de México. En el mundo de los títeres a nivel internacional no existe persona que no conozca o haya oído hablar del maestro Lago y su Hoja del titiritero independiente, un modesto, pero efectivo órgano informativo escrito desde 1982 con la finalidad de comunicar al mundo sobre los títeres en México y viceversa.  El Maestro Roberto Lago dactilografiaba su boletín en una máquina de escribir manual y escribía a mano, en la parte posterior, los destinatarios y las direcciones que enviaba por correo postal. Una obra titánica, sin duda. En el siglo XXI es más rápido y fácil comunicarse. Nunca sabremos lo que las grandes figuras, como Roberto Lago, habrían hecho con Internet. 

Roberto Lago, también es conocido como el Señor Guiñol, personaje creado por él, y presentador de todas sus obras.  

Roberto Lago y su personaje, el Señor Guiñol





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